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Primero, quite la cáscara, dejando 1 o 2 capas de hojas y los pelos del maíz. Colóquelos en una olla con agua fría y llévela poco a poco a ebullición. Esto ayuda a que el maíz se cocine de adentro hacia afuera, permitiendo que conserve su sabor natural. Agregar 2 gramos (1/4 cucharadita) de bicarbonato de sodio ayuda a preservar las vitaminas B1 y B2, que hacen que el maíz sea más dulce y más amarillo. Usted observará que los granos quedan tersos y con un sabor más rico que el método típico de hervir. Permita que el maíz se cocine casi completamente antes de añadir un poco de sal para realzar la dulzura natural sin que el maíz se encoja. Una vez listo, saque el maíz, escúrralo y quítele la cáscara. ¡Ahora es hora de disfrutar del nutritivo maíz en la mazorca conmigo!